Historia de la Navegación

Esta sección fue la que dio origen al Museo en 1948, y constituyó la casi totalidad de sus fondos hasta el año 1992 en que se abrieron nuevas secciones. En ella se reflejan los sucesivos cambios y avances habidos en la técnica de navegar a través del tiempo.

Útiles de pesca Útiles de pesca

Incluye, por tanto, la evolución formal de los barcos , desde los primitivos de remo hasta los grandes buques actuales; también los diferentes instrumentos auxiliares que se fueron usando en cada época (de orientación, de medición, de comunicación.), además de la cartografía, la adopción de nuevas formas de propulsión, etc.

Pero la historia de la navegación no es sólo la historia de los barcos, pues se solapa con la propia historia de la Humanidad. En efecto, la mar fue siempre vehículo de comunicación, y por lo tanto de intercambio de personas, mercancías e ideas; en definitiva, de difusión del progreso, como enfatiza el maestro José María Martínez-Hidalgo.

El espacio que el Museo dedica a la Historia de la navegación ocupa tres salas -las números 3, 4 y 5 - que llevan los nombres de Ramón Vega Fernández (el alcalde que impulsó su creación), Valentín Suárez Viña (fundador de una escuela de maquetistas en Luanco) y José María Martínez-Hidalgo (lumbrera de la historia y museología marítimas).

La primera de estas salas ( número 3 ), cubre el largo período de tiempo que media entra la Antigüedad y los grandes descubrimientos geográficos del siglo XV: barcos egipcios, romanos, vikingos, normandos, mediterráneos y hanseáticos, para desembocar en las innovadoras carabelas y naos portuguesas. Los Descubrimientos Portugueses en África, el Descubrimiento de América, la Primera Vuelta al Mundo, tienen un protagonismo especial. También se destaca la Ruta de las Especias que, aunque perdurable en tiempo, es en la época medieval cuando adquiere mayor relevancia. Cada apartado está contextualizado con cartografía, objetos de la época -ánforas, monedas, anclas-, y los instrumentos que fueron apareciendo para la orientación en la mar: astrolabio, cuadrante y ballestilla.

Antigua habitación de un buque

La siguiente sala ( número 4 ), que abarca la navegación entre principios del siglo XVI y mediados del siglo XIX, representa el primer gran impulso de la vela, con buques de grandes dimensiones y complicado aparejo. Alternan buques mercantes con los armados, dedicándose atención especial a la piratería y el tráfico de esclavos, que supusieron actividades tan lucrativas como detestables. Maquetas de gran tamaño (Real Felipe, San Juan Nepomuceno) permiten apreciar toda la complejidad de estas fortalezas flotantes. Por su significación, debe destacarse una pieza importante: el compás del bergantín Volante , buque en el que Jovellanos expendería su último viaje, con arribada forzosa en Puerto de Vega.

La sala 5 se dedica a la navegación de los siglos XIX y XX. En ella hay apartados dedicados a la emigración a América, a la época dorada de la vela (los míticos clipers), el tráfico carbonero generado por la minería asturiana, y finalmente la especialización contemporánea de los buques en función de la mercancía a transportar (petroleros, cementeros, graneleros..). Una gran variedad de instrumentos -octantes, sextantes, correderas, catalejos, alidadas, taxímetros.-deja constancia de los avances técnicos que acompañan a la evolución de los barcos, y la recreación con elementos de época de una cámara de capitán nos hace participar en esta mítica profesión.

Vista interior de una de las salas

Vinculado con la historia de la navegación, aunque ligeramente separado de las salas que la contienen (se ubica en el corredor que circunda la nave) se dedican sendos espacios a la Armada española de los siglos XIX y XX y al Salvamento Marítimo , con maquetas de sus buques más representativos y numerosos objetos alusivos (medallas, salvavidas, lanzacabos, instrumentos de emergencia.).

También la marina deportiva tiene su lugar en el Museo: la serie de barcos de vela de la Olimpiada de Barcelona, las traineras y varios tipos de embarcaciones se exponen en el corredor de la primera planta.

Barco de jugete

No podía faltar un apartado dedicado a los grandes naufragios , en particular al Titanic, que suponen la cara más negra de la navegación y contribuyen a poner de relieve los riesgos del medio marino.

Complemento y contrapunto de las secciones citadas es la colección de objetos de iconografía marítima en las artes industriales: alegorías en cerámica, vidrio, plata, marfil. y una colección de barcos de juguete, sirven para hacer más variada y atractiva la exposición.

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